Con lenguaje directo, vibrante, dramático y atractivo, esta obra ofrece un cuádruple testimonio de fe —dos jóvenes sacerdotes y dos laicos, padre e hijo— en una realidad eclesial, contemporánea y española, más que de difícil; perseguida y ensangrentada. En la geografía aragonesa que baña el Cinca, convulsionada y mártir, escenario de múltiples heroísmos religiosos en el primer tercio del siglo XX. Admirable la modélica vivencia familiar y social cristiana de los Gasco. Magnífica la dedicación ministerial de los "curetas" rurales, muy evangélicos. Todos fieles hasta la muerte. Y recibiendo la palma del martirio con el perdón en los labios.