En este libro, que forma trilogía (y la culmina) con ¿El Asombro y la Niebla? y con ¿Certeza?, el autor sigue fiel a la tierra, a la vida de aquí, pero no esclavo, sino que se levanta con el vuelo del sueño hacia la luz, hacia la eternidad que espera con certeza y que ya ve esplender por doquier. Como toda la poesía del autor, este poemario es vivencial, transmite un mensaje de esperanza indefectible sobre el destino del hombre y transfigura la realidad elevándola a su estado final, viendo la belleza y el germen de nuestra plenitud ¿ocultos tras la niebla y el dolor? nutriendo y dando luminosidad a esta vida.