El tema de la experiencia de Dios ha vuelto a ocupar en la teología espiritual de nuestros días el puesto central que le corresponde como cumbre de la existencia cristiana. En consecuencia, este libro se propone contribuir a ese proceso de recuperación del fenómeno experiencial, abordando su profundo significado y su intensa vivencia, como presupuesto indispensable para todo aquel que desempeña un papel decisivo en la formación vocacional del cristiano.