María, elegida por gracia de Dios para colabo-rar en el misterio de la encarnación de Cristo, se integra en él y con él en la historia de la salvación. Las numerosas advocaciones marianas testifican su importancia en la fe y en el culto cristiano. Pero a través de la liturgia María se manifiesta en la plenitud y universalidad de su misterio corredentor. La plegarias eucarísticas resaltan su viva presencia con la clásica fórmula «en comunión con María, la Virgen Madre de Dios». La numerosa variedad de los prefacios marianos proclaman la colaboración de María en toda la obra redentora del Salvador, así como las celebraciones litúrgicas de las solemnidades marianas. Este trabajo es una aportación para que los fieles vivan todo ello con una mayor conciencia y eficacia.