La cuestión histórica a la que las páginas de este libro intentan ofrecer una respuesta es simple ¿Por qué la deseada Reforma de la Iglesia católica, iniciada ya en el siglo XIV, debió esperar hasta el XVI, e incluso el XVII, para afianzarse totalmente? En otras palabras: ¿Por qué el Concilio de Trento pudo lograr frutos duraderos allí donde tantos proyectos conciliares o pontificios, allí donde tantos movimientos suscitados por santos, desde Catalina de Siena a Vicente Ferrer, habían fracasado? Esta obra, por tanto, ofrece una síntesis de la Reforma del catolicismo que trasformó a la Iglesia, pero también a la cultura europea que se prolonga del siglo XVI hasta mediados del siglo XX, y cuyo análisis especializado y erudito ha sido extremadamente rica e interesante desde hace una veintena de años.