Tertuliano (h. 155-225) es el primer escritor cristiano en componer un tratado de antropología, el «De anima». Con él puso las bases para elaborar después su cristología («De carne Christi») y su soteriología («De resurrectione mortuorum»). La antropología de Tertuliano está atravesada y dominada por su escatología; pero, por reacción contra el idealismo místico de la gnosis herética, esta escatología aparece tenazmente anclada en el cuerpo y obligada, por tanto, a contar con su mortalidad. Esto, más el momento trágico por el que pasaban entonces los cristianos, hace que el tema de la muerte esté muy presente en toda la obra del autor. Su gusto por el realismo le lleva a observar minuciosamente todo tipo de detalles y circunstancias, con lo cual el tema gana en viveza y color.