La relación entre economía y ética ha sido siempre intrincada, y sin embargo necesaria, si se quiere que ambas respondan a su finalidad esencial: servir al hombre. Este libro pretende dar a conocer la doctrina ético-económica de los Padres de la Reforma y de los teólogos españoles renacentistas; mostrar qué piensan, desde un escenario común cristiano pero desde situaciones y teologías en parte diferentes, acerca del hombre, de la profesión, del trabajo y el salario, la propiedad privada y el interés del dinero, el comercio, los precios, los monopolios y los impuestos, así como sobre el sentido y el destino de los bienes económicos en el umbral de la modernidad. El estudio comparativo entre ambos idearios dará como resultado una ética y una economía al servicio del hombre, basadas en la justicia, la caridad y el bien común, solidarias, defensoras del pobre, herederas de los clichés medievales y abiertas a la vez al capitalismo naciente. En suma, un sistema promovido e impulsado por un humanismo integral, de cuño cristiano.