Esta obra ofrece un retazo de historia contemporánea en los tiempos religiosamente difíciles de 1936, en los que se desboca el vendaval persecutorio español, arreciando sin piedad sobre todo lo santo y sagrado. Es una historia de clérigos, fidelidades y martirio, con escenificación aragonesa... En la ciudad de Barbastro, el obispo, la casi totalidad del clero diocesano y los miembros de las comunidades claretiana, benedictina y escolapia pagaron a precio de sangre su lealtad a la fe. Los protagonistas de estas páginas son, especialmente, los religiosos del monasterio de El Pueyo. Impre-sionante dom Mauro, el prior, con la mirada hacia el cenobio entonando a pleno pulmón la Salve, coreada por el colectivo monástico. Y todo ello camino del patíbulo, reviviendo el primitivo entusiasmo martirial cristiano.