Según el ceremonial de la Iglesia romana, al nuevo Papa elegido por los cardenales se le impone una singular insignia: el palio, una banda o cinta circular de lana ornamentada con seis pequeñas cruces. Configurada como un «símbolo pastoral» tanto para papas como para arzobispos, el palio tiene una larga, curiosa y más que interesante historia. Este libro es, seguramente, el primero que se hace eco de una manera exhaustiva y detallada de la evolución histórica de esta insignia, así como de los derechos metropolitanos que se vinculan a su concesión.