Orar por el Papa —por su persona y por sus intenciones— es una tradición con un profundo arraigo en la Iglesia. El propio papa Francisco, nuestro pontífice actual, pide constantemente que recemos por él. La oración de intercesión pretende conmover el corazón del Padre que, como en la parábola del «amigo inoportuno» (Lc 11,5-13), acaba por inclinar el oído para conceder lo que se le pide. Al publicar este libro, en nuestra intención está ofrecer un subsidio útil para acompañar al papa Francisco en su ministerio, convencidos de que es el propio Espíritu Santo quien, como «alma de la Iglesia», la guía a través de sus mediaciones.