La gente cree que los piojos sólo sabemos picar y tumbarnos a la bartola entre una y otra picadura, pero no es verdad. ¡Como si no tuviéramos nuestros propios sentimientos!
La gente cree que los piojos sólo sabemos picar y tumbarnos a la bartola entre una y otra picadura, pero no es verdad. ¡Como si no tuviéramos nuestros propios sentimientos!