Dos payasos en un circo trágico y ridículo: con esta imagen –que es a la vez un homenaje a Fellini–, Norman Manea nos hace reflexionar sobre las relaciones del poder totalitario con la creación. Uno de los payasos es el dictador rumano Ceaucescu (antes fue Stalin, Hitler, Mussolini...): histriónico, megalómano, de una ferocidad sin paliativos, esquilmó moral y económicamente al país y lo hundió en el miedo, la desidia y la miseria. El otro payaso es el artista, obligado a esquivar las bofetadas del primero, es decir, la censura, las amenazas y prohibiciones de todo tipo. Con humanidad y desencanto, Manea nos recuerda el heroísmo cotidiano de tantos intelectuales contra la dictadura y la intoxicación ideológica, pero también las turbias complicidades de otros o la culpable miopía de Occidente ante el déspota rumano, y nos brinda un hermoso y apasionado alegato contra el sofocamiento del individuo por la sociedad. Los ensayos reunidos en este volumen fueron escritos entre 1990 y 1998, y en ellos se incluye el polémico texto dedicado a las Memorias de Mircea Eliade y una emocionante evocación del escritor Mihail Sebastian, donde se iluminan los aspectos más tenebrosos del antisemitismo rumano y la dictadura fascista de Antonescu.