La obediencia es percibida en Occidente como alienante. En esta obra, un monje cartujo nos explica por qué y cómo ella puede, por el contrario revelarse liberadora. Este libro se dirige a toda persona deseosa de comprender cómo el hecho de obedecer a Dios y a la Iglesia no significa restricción del campo de su libertad, sino entrada en un camino de verdad y de alegría.