Será bueno descubrir que muchos de nosotros, estamos malheridos. Que es necesario buscar y acercarnos a los testigos de la presencia de un Dios vivo y vivificante. Olfatear en las iglesias y en las comunidades a los verdaderos testigos de la presencia de Dios y sentarnos a su lado. Olvidar a los charlatanes de lo espiritual y sentarnos al lado de los verdaderos maestros en el caminar espiritual. Quizá, escuchamos a muchos hablar de Dios, pero algunos no dejan hablar al mismo Dios.