Este libro brota de la oración de grupo, que dentro de una Escuela Diocesana de Oración hemos hecho unos orantes posando nuestra mente y corazón sobre unos salmos. Al cruzar sin prisa el paisaje de los Salmos, hemos descubierto que son algo más que una obra práctica, que no es poco; hemos comprobado que son algo más que una sucesión de imágenes, algunas de ellas bellísimas; hemos encontrado que son la experiencia des-bordante de Dios de un pueblo que aprendió a vivir con Dios las pequeñas historias de cada día. Cada Salmo ha sido para nosotros como un espejo de nuestras rebeldías, agonías y resurrecciones, en el que hemos visto nuestro rostro con más claridad. Los Salmos han recreado nuestra identidad de hombres y mujeres, que inten-tan perforar la realidad, en busca de pozos para la sed.