Este libro que tienes ante tus ojos, amigo lector, amiga lectora –señala el autor–, es Mina revoleando; son los rostros de los seres humanos que hacen amigable nuestro mundo y nos devuelven la confianza, la ilusión y las ganas de vivir. Son tus sueños y los míos, a veces calzados en una vieja bota de labranza, esperando un clavo que nos sirva de trampolín para lanzarnos a lo nuevo, a la utopía, al corazón y a la belleza de todos los despertares. Porque cualquier rama es buena para levantar el vuelo.