El pasionista Domingo Barberi describe aquí el camino espiritual por el que el alma es elevada a la más íntima unión con Dios, unión que, en esta vida, no se consigue sino en el Calvario al que acuden las palomas puras para estar crucificadas con Jesús, abandonadas con Jesús, con Jesús muertas y sepultadas. Y a resucitar también con Jesús en la felicísima eternidad de la gloria. El autor alude también a su misión especial en la Iglesia, cuando habla del retorno de Inglaterra a la fe católica de Roma. Él mismo fue el instrumento elegido por Dios para recibir en el catolicismo al que luego sería cardenal John Henry Newman.