La familia fue para la niña Teresa un lugar privilegiado para ir forjando un ideal de vida, marcado por la vocación a la santidad. Posteriormente, la Madre Teresa de Jesús permanece muy atenta a las necesidades materiales y a la vida espiritual de sus hermanos y sobrinos. En este momento, la familia de santa Teresa puede ser para nosotros una verdadera parábola. A pesar de la crisis que la afecta, la familia no es solo un problema, es también una profecía de esperanza.