El nombre de Jerónimo Gracián está unido ineludiblemente con la polémica, o quizás, mejor expresado, con diversas polémicas. No merece la pena incidir aquí en ellas, sobre todo, porque serán desgranadas en las páginas que se siguen. A ello hay que sumar que su quehacer estuvo marcado por una cierta paradoja, no siendo la menor de ellas la escasez de documentos que nos faciliten poder avanzar en el conocimiento histórico de su figura, siendo Gracián un escritor profuso e infatigable. No obstante, su relevancia bien merece el esfuerzo, sobre todo si el objetivo principal es promover un mejor entendimiento del mismo