''¿Cómo hacer significativo el testimonio de la iglesia en la actualidad? ¿Qué puede aportar el cristianismo al mundo que oscila entres sus logros y sus miedos? Estas preguntas acompañan a la Iglesia cristiana desde sus comienzos, pero se han vuelto más acuciantes en la actualidad. Este libro ofrece una propuesta clara, que recoge el centro del Nuevo Testamento: el Resucitado es el manantial de la alegría del mundo. Ese es el tesoro de la Iglesia: lo que la hace existir y lo que empuja a la evangelización. En ocasiones, la luminosidad de la Pascua del Resucitado no ha ocupado ese papel central. La teología y la pastoral deben esforzarse para que el mensaje cristiano, toda la Iglesia y todo en la Iglesia, irradien el perfume de la Pascua''