En los países tradicionalmente católicos, las iglesias se van quedando vacías y envejecidas, la palabra eclesial es oída con indiferencia, la acción pastoral no encuentra cauces ni previsiones y aumenta el desconcierto y el desánimo. En la Evangelii Gaudium se nos invita a poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están (n. 25). El autor presenta una propuesta que pueda servir para la búsqueda continuada de una realización pastoral de la Iglesia más estimulante y significativa. Para ello, es imprescindible acudir a la saludable necesidad de pensar la pastoral, en concreto, una conversión pastoral-misionera que nos ayude a caminar sinodalmente a fin de procurar que el Reino de Dios vaya creciendo en nuestro mundo desde la escucha atenta de “lo que el Espíritu dice a las iglesias”.