Pocos saben que James D. Watson, codescubridor en 1953 junto con Francis Crick de la estructura en hélice del ADN y uno de los mayores científicos del siglo XX, tuvo que emplear todo su talento para seguir a flote en las complicadas aguas de las instituciones académicas anglosajonas. En esta absorbente autobiografía llena de anécdotas inolvidables, Watson reconstruye para el lector la peripecia de una vida dedicada al conocimiento y el aprendizaje continuo. El autor relata, con desenfado y cierta nostalgia, las dificultades económicas que padeció su familia durante la terrible depresión de los años treinta, su temprana pasión por la ornitología (y las complicaciones de todo tipo que ésta le provocó), los años de formación y los hábitos de pensamiento crítico adquiridos en su juventud, sus primeros pasos como investigador y los progresos en una carrera científica que le llevaron finalmente a protagonizar uno de los hitos fundamentales en la ciencia del pasado siglo: el descubrimiento del secreto de la vida. Además, el autor no duda en compartir con sus lectores otros impagables secretos y lecciones para la vida social, conquistadas tras duros años de aprendizaje y experiencia en los competitivos campus estadounidenses.