San Pedro Nolasco es coetáneo de san Francisco y santo Domingo, creadores de la nueva cristiandad nacida en el IV concilio de Letrán. Su aporte fue la misericordia. Nacido en los aledaños de Barcelona en torno al año 1182, mercader de profesión, muy joven descubrió el drama de la cautividad. Desde 1203, cuando gastó todo su patrimonio familiar comprando 300 cautivos cristianos, se dedicó exclusivamente al misterio de la redención. En 1218, por mandato de la Santísima Virgen María, fundó la Orden de Santa María de la Merced con doce laicos, contando con el patrocinio y apoyo total del rey don Jaime I el conquistador y del obispo de Barcelona don Berenguer de Palou, en una celebración que tuvo lugar en la catedral de Barcelona el 10 de agosto de 1218. El papa Gregorio IX ratificó la fundación el 17 de enero de 1235. La Merced, cuando va a cumplir 800 años es una gran familia de religiosos calzados y descalzos, monjas, hermanas, laicos. Su ministerio peculiar es la dedicación a los presos, los barrios marginales, reinserción de descarriados. Siguen emitiendo el cuarto voto de dar la vida por los cautivos si fuere menester, y lo cumplen según las circunstancias actuales.