He aquí algunos de los protagonistas de este hogareño retrato de familia: La madre: es esa mujer que se pasa la mayor parte del día en bata y lleva en el cabello unos macarrones gordos amados «rulos». Ejerce de víctima y su frase favorita es: «¡Me tenéis hecha una esclava!».El padre: frecuentemente es un señor. A veces lleva gafas, aunque no es indispensable. Conduce el coche y contribuye a la formación de los hijos con dichos como: «¡Te voy a dar una guantazo que vas a ver las estrellas!».El tío pesado: tiene la virtud de presentarse en casa cuando menos se lo espera uno, casi siempre a la hora de comer. Resulta difícil esquivarlo, porque es un especialista en el acoso y derribo del pariente.El perro: especie de animal que sirve para que los niños le den patadas cuando están cabreados y la madre tropiece con él al venir de la cocina con la sopera.Una obra para leer al calor de la lumbre, rodeado de sus seres queridos, porque ya sabe que la familia que lee unida, permanece unida. Sobre todo si sólo posee un ejemplar de este libro.