No se puede enetender el mundo circundante ni al hombre mismo si nuestra sensibilidad intelectual está situada en registros distintos al de la actualidad. Una gran parte del éxito de nuestra vida consiste en sintonía con nuestro tiempo. No es fácil, porque nos resistimos a cambiar cuando, paradójicamente, todo está cambiado. Esta es nuestra intención: hacer caer definitivamente en la cuenta que nuestra sensibilidad debe ser acorde con los tiempos que vivimos.