¿Cuándo y dónde murió la Virgen María? ¿Quién la asistió en sus últimos momentos? ¿Cuáles fueron sus recomendaciones antes de morir? ¿Qué sucedió después con su santo cuerpo? A estas preguntas dan diversas respuestas los Apócrifos de la Dormición; pero, en realidad, estos escritos se han de comprender como un testimonio de la fe de la Iglesia de que María participó de forma enteramente singular en la victoria de su Hijo sobre la muerte. Aquí presentamos las narraciones que circularon en Egipto y que nos han llegado en lengua copta. En ellas destacan los diálogos, llenos de amor y piedad, entre Cristo y la Virgen, la relevancia de los apóstoles Pedro y Juan y las representaciones de los terrores de la muerte. Sumergirse en la lectura de estos textos lleva a contemplar la figura de María con la devoción y la sencillez con que la contemplaron los fieles de otras generaciones y culturas y a aprender de Ella cómo enfrentarnos cristianamente a la muerte, pues la Virgen, asunta al cielo, precede así a todo el pueblo cristiano.