San Gregorio, obispo de Elvira durante la segunda mitad del s. IV, era conocido en la antigüedad como Gregorio Hispánico o Gregorio Bético. De él dice san Jerónimo: "Gregorio Bético, Obispo de Illiberis, compuso hasta edad muy avanzada varios tratados en estilo sencillo y un elegante libro sobre la fe. Vive todavía según dicen (De uir. ill. 105)". Los tratados en estilo sencillo son homilías de carácter exegético, fruto de su predicación a la comunidad, mientras que el libro sobre la fe, que san Jerónimo califica de elegante, tiene un carácter doctrinal. Se trata éste de un escrito breve en extensión, pero rico en contenido teológico, que nace como reacción a lo sucedido en Rímini (año 359), donde el emperador Constancio impuso una fórmula de fe filoarriana; Gregorio refuta todos los sofismas acumulados por lo arrianos contra el homoousion y hace una defensa vigorosa de la fe de Nicea. La obra acredita a su autor como teólogo -cuya doctrina trinitaria, en opinión del cardenal Newman, se acerca a la enseñanza definitiva- y como polemista que sigue las huellas de Tertuliano. Constituye una de las mejores aportaciones de Occidente a la controversia antiarriana. Junto al De Fide ofrecemos en este mismo volumen tres profesiones de fe, de especial interés en la historia de los símbolos, que, según los estudios de G. Morin y A. Wilmart, hay que atribuir a Gregorio de Elvira.