Este breve ensayo aborda el papel que tiene la «comunicación» con Dios en la vida de Santa Teresa de Jesús y el modo en el que su enseñanza puede ayudarnos a entablar hoy un diálogo con el Misterio en un mundo «permanentemente conectado», pero en el que paradójicamente nos encontramos cada vez más solos e incomunicados. Teresa de Jesús adquiere su gran «competencia comunicativa» gracias a la educación recibida en su familia y a sus lecturas bien elegidas pero, sobre todo, a su humanidad abierta de par en par a la acción de Dios. Llevada por la caridad, ese «don inmerecido» al que continuamente se refiere en sus escritos, no puede dejar de comunicar lo que ha recibido a todos, lejanos y cercanos. Homenaje en el V Centenario de su nacimiento (1515-2015)