El libro reconstruye los atentados de 1975 en los que el FRAP y la ETA mataron a varios policías y guardias civiles. Varios de los integrantes de los comandos fueron detenidos y, tras torturarlos, se consiguieron confesiones y hubo juicios militares. Finalmente se condenó a muerte a cinco personas: tres del FRAP y dos de ETA. La comunidad internacional intentó que las penas fueran conmutadas, hubo manifestaciones y ataques a varias embajadas españolas en Europa, pero finalmente el régimen los ajustició. Fueron las últimas condenas a muerte perpetradas en España, de las que en septiembre se cumple el 40 aniversario. Sin entrar en valoraciones sobre los crímenes cometidos, ni si alguno de ellos era inocente, describe los hechos, traza el retrato y las motivaciones de cada uno de ellos. En palabras del autor: "No se trata de justificar lo que hicieron, sino de comprender por qué lo hicieron"