El avance espiritual de un cristiano que orienta su vida hacia Dios, se manifiesta lleno de pequeños incidentes en los que la gracia divina alcanza su alma. Superadas las etapas iniciales, el horizonte espiritual muestra -a la vez- promesas atractivas y resistencias enrarecidas. Es el momento de dar un significativo salto de calidad o, por el contrario, de permanecer en un caminar trillado y anodino. Dios ayuda entonces, a las almas, facilitando esos tiempos en que el Amor "se hace presente" con especial claridad; en ocasiones de forma abrumadora y fascinante. Son momentos singulares en que el hijo de Dios queda "deslumbrado por el amor" de su Padre, y después de los cuales toda la vida espiritual habrá cambiado de colorido. El Amor aparece, así, como el hilo conductor del largo trayecto del hombre hasta Dios, y eso es lo fundamental. El presente libro trata de encarecerlo, porque más de una vez necesitaremos volver sobre ello, para recuperar la ilusión o para resistir la tentación de desviarnos del camino.