Este libro refleja cómo Jesucristo no es un mito, ni una idea abstracta cualquiera. Es un hombre que vivió en Palestina, en el siglo I, en un contexto religioso y social concreto. Los hechos de su existencia, la cultura judía en la que creció, los lugares y caminos que recorrió durante algo más de treinta años se pueden indicar con gran precisión. Los evangelistas ponen sumo interés en narrar con toda veracidad y realismo los hechos y palabras del Señor y nos ayudan a conocer y amar la figura siempre nueva de Cristo.
Ahora, al inicio del nuevo milenio, la Iglesia invita a los fieles a dirigir la vista a Jesucristo con más piedad y con más amor. Le podemos contemplar una y otra vez, y en Él encontramos un rostro siempre nuevo e inagotable, que invita a seguirle. Podemos observar su mirar compasivo y misericordioso, su gesto cordial y optimista, su buen humor, su tristeza ante el mal...
Este libro pretende ser una mirada a Jesús de Nazaret, a Jesús vivo que se encuentra entre nosotros, como nos lo han transmitido los evangelios. A una persona a la que se quiere mucho es posible contemplarla una y otra vez desde ángulos distintos. Un cuadro, una obra maestra, puede admirarse desde distancias y actitudes del alma siempre nuevas. Por eso siempre habrá nuevas vidas de Cristo nacidas de la fe, del amor y de los datos que las distintas ciencias, con el correr de los siglos, aportan al conocimiento del tiempo y del lugar en que se desarrolló la vida de nuestro Señor. La Iglesia no renunciará a seguir contemplando con matices distintos esa figura inefable de la persona más amada del mundo, signo de contradicción también para cada hombre.