La existencia de esta joven, que falleció con 17 años, no fue extraordinaria; sí lo fue su relación con Dios, tal como declara la Iglesia al proponerla como ejemplo para imitar e impulsa el acudir a su intercesión. En estas páginas te asomarás a su alma y descubrirás el motor que movió siempre su vida: el amor a Dios.