Este libro reúne los retratos de diez grandes testigos de la fe en medio de la persecución en Europa del Este: desde obispos clandestinos (que más tarde serán cardenales), hasta sacerdotes, religiosos y laicos. Todos ellos están basados en las entrevistas que el autor mantuvo con estos perseguidos. Los testimonios aquí recogidos contribuyen a un descubrimiento sorprendente: no existen dos tipos de cristianos, unos destinados a las pruebas, los sufrimientos e incluso a la muerte violenta, y otros, a una vida en la que ser cristiano equivale a pertenecer a un club o una asociación. Ser cristiano es igual de exigente en todas partes, y tan maravilloso que siempre merece la pena seguir a Cristo. En esta época, en la que dar testimonio de la fe resulta cada vez más difícil, el mensaje de estos testigos resulta esperanzador. Como señala Didier Rance: «Conocer a estos grandes testigos de la fe ha sido una de las mayores bendiciones de mi vida, y es objeto de una gratitud constante, hacia ellos y hacia Dios, que ha sido capaz de suscitar semejantes hombres y mujeres en nuestro tiempo. Compartir esa gratitud es el único objetivo de este libro». Didier Rance es diácono, historiador, exdirector de AIN Francia y miembro de la Comisión Pontificia «Nuevos Mártires». Es autor de una veintena de libros, la mayoría dedicados a los mártires y a los testigos de la fe de nuestro tiempo. En 2013, Rance ganó el Gran Premio Católico de Literatura francesa con su obra Nietzsche et le crucifié.