A lo largo de la historia, la expresión de los sentimientos se ha reservado al ambiente íntimo de las personas. Sin embargo, últimamente el imperio de la sensiblería ha desbordado a la razón, la cultura y la tradición, convirtiéndose en el factor decisivo de nuestras elecciones, y afectando seriamente al hombre y a la sociedad actual. Basándose en los criterios de la bioética, este libro explora y reflexiona, sin anestesia, las consecuencias de dejarse llevar por un sentimentalismo tóxico en cuestiones relacionadas con el inicio de la vida, la gestación, el nacimiento, la enfermedad, la investigación en medicina o la muerte. Temas que nos atañen a todos y sobre los que deberíamos pensar, porque corremos el riesgo de vivirlos de una forma frívola, irresponsable e ingenua por falta de información.