Cuando sir Horace Stanton-Lacy acepta una misión diplomática en Sudamérica, le pide a su hermana lady Ombersley que se haga cargo de su hija, la «pequeña» Sophia, y de paso lo ayude a encontrarle un marido adecuado. Instalada en la mansión de su tía, Sophia pronto descubre que sus primos andan metidos en buenos líos, y estos, a su vez, se sorprenden al ver que su prima tiene muy poco de «pequeña»: Sophia es alta, extravertida e independiente, y está dispuesta a hacer lo que sea necesario para que todo el mundo consiga lo que quiere, empezando por sí misma.