Pilar Urbano rastrea la escena del Gólgota. Se sitúa junto a la madre del Ajusticiado y, desde ese ángulo de excepción, descubre una sorprendente trama -"estaba ahí, solo había que darse cuenta"- en la que se entreveran las siete palabras de Jesús con las siete palabras de María: un sugestivo juego de espejos y de coincidencias. Mientras Jesús muere, se produce entre el Ajusticiado y su madre un diálogo imperceptible pero intenso: gestos, medias palabras, miradas, silencios, recuerdos. Sobre todo, recuerdos. En aquellas tres últimas horas de Jesús, a la madre se le agolpan escenas de su vida con él. Sin abandonar el lugar de los hechos, el Calvario, y narrando en tiempo real, la autora se asoma al misterio y nos señala sus inesperados hallazgos: el "yo" de Cristo que, en cierto momento de la ejecución, parece disociarse; la vigorosa presencia del Padre y del Espíritu "cocrucificados" con Jesús; la mujer que, al pie de la cruz, centra el arco de la Historia entre el Génesis y el Apocalipsis; el desencriptado del grito final de Cristo, antes que literalmente se le rompa el corazón... Un libro con el que se puede pensar, sentir, rezar. Un libro que "llega" al lector por el pulso espontáneo y fuerte de su mensaje.