A lo largo de estas páginas, el papa Francisco conversa con Luigi Maria Epicoco sobre la figura de san Juan Pablo II, que con el paso del tiempo ha ido cobrando su verdadera dimensión. En este centenario de su nacimiento se le ve verdaderamente grande y se comprende el motivo por el que la multitud congregada en la plaza de San Pedro gritara el día de su funeral: "¡Santo ya!". En este diálogo familiar se tratan aspectos que atañen a toda la Iglesia, pero también salen a relucir preciosos fragmentos autobiográficos que el propio papa Francisco ha compartido con su entrevistador, permitiéndole hurgar en su mente y en su corazón. Desde un punto de vista estilístico, las respuestas conservan la frescura del diálogo y el sabor de la lengua hablada.