Una historia que parece de ficción pero no lo es. Lucía Garrido, atrapada en una red de corrupción policial y narcotráfico en el sur de España, sabía que la iban a matar. Buscó ayuda pero nunca halló respuesta. Se cansó de denunciar en el juzgado, en los cuarteles de la Guardia Civil, incluso en las asociaciones de mujeres pero una y otra vez le denegaron la orden de protección.
En estas páginas se desentraña esa maraña de dinero y crimen organizado y el olor del miedo que acechó a su víctima hasta aparecer flotando en la piscina de su casa. Un libro escalofriante que no mira hacia otro lado y que quiere llegar a la verdad de un asesinato horrible, cometido a plena luz del día.