Y la historia empieza así: 'La ciudad de Milán, además de poderosa capital industrial de Italia, es la sede de la archidiócesis más grande de Europa. Con sus diócesis sufragáneas que comparten una liturgia latina propia, forma un cuerpo potente en el seno del catolicismo occidental. A pesar de su extensión, nadie ha pensado que Milán fuese una diócesis ingobernable. Todo lo contrario, el entramado de instituciones que, en cada época de la historia, han cubierto todas las dimensiones de la vida cristiana, hacen de ella un referente no solo para su país sino también para muchas otras Iglesias del mundo occidental, debido a la gran creatividad pastoral y a un nivel cultural destacable...'