Junto con el Vesperal precedente, este Matutinal, que ahora ve la luz, es un subsidio que permite aproximarnos a unos textos litúrgicos vertidos al castellano que alimentaron la fe y la piedad de muchas generaciones cristianas. Eran predecesores nuestros en la fe que sirvieron a Dios de acuerdo con las prescripciones de la Iglesia en la Hispania entre los albores del cristianismo en la península Ibérica hasta el siglo xi, momento en el que tuvo lugar, por voluntad de la Sede Apostólica, la sustitución de la secular liturgia propia por la liturgia romana. Pero aún después de tal decisión, y hasta nuestros días, no han faltado cristianos que han continuado utilizando, no sin dificultades e ingentes esfuerzos, estos textos, que son expresión de una intensa vida espiritual.