El profeta Amós, que vivió en el siglo VIII antes de Cristo, se ganaba la vida como ganadero y cultivador de sicomoros, pero se sintió llamado por Dios para que fuera al reino de Israel a denunciar las injusticias contra los pobres y a anunciar que pronto aquel reino lleno de lujos para los ricos sería invadido por los asirios y destruido. Es el primer profeta cuyos oráculos se conservan por escrito.