¿Existe Cristofobia en la España del siglo XXI? ¿Se persigue, se condena y se priva del trabajo a un funcionario público por el hecho de ser cristiano? ¿Puede un juez de Familia ser católico? Parece una broma de mal gusto, o que hablamos de otro país, pero todo eso le ha sucedido al juez Fernando Ferrín Calamita con la entrada del nuevo siglo en España. ¿Por qué? Ferrín Calamita cometió la “torpeza” de seguir su conciencia, además de hacer cumplir escrupulosamente la ley. Corría el año 2006. Una mujer con sentimientos homosexuales solicita al juzgado que él preside la patria potestad de la hija biológica de su pareja. El juez Ferrín sigue el protocolo para estos casos y solicita unos informes periciales para determinar si ese entorno social podría ser positivo, o bien perjudicial, para el desarrollo de la menor. A partir de ahí, el juez Ferrín Calamita fue presionado, amenazado, extorsionado y, finalmente, expulsado de su trabajo, teniendo que pasar por un verdadero calvario profesional y familiar; incluido el linchamiento mediático y la merma de su salud. Éste es un libro que habla de la Justicia y, también, que quiere hacer justicia…