¿Que son esos sexos que creemos conocer tan sobradamente? Algunos se preocupan por su longitud y propugnan su desinhición; otros recuerdan sus diferencias y temen su confusión. Pero, ¿no es posible, más allá de su reducción biológica o de su sublime psicológica, considerarlos en toda su profundidad? ¿Y si se abrieran bajo nuestras cinturas caminos impenetrables? Contra todo dualialismo (también contra todo proyecto técnico que reduzca el hombre a un material), este libro quisiera reconocer el espíritu que se da en la carne misma. Contra todo moralismo (también contra todo ese inmoralismo que no deja de aleccionarnos), se esfuerza en descubrir "una moral que ser ríe de la moral", reservando un lugar para la dramaturgia del deseo. Su itinerario a través de la literatura, la filosifía y los textos sagrados nos invita a sumergirnos en profundidades sexuales sucesivas. el cuerpo, la pareja, el hijo, la Ciudad y finalmente, el Cielo posible. La esposa del Cantar de los Cantares no teme decir a propósito del Esposo divino: Metió la mano poe el agujero de la cerradura, y toda entera me estremecí (Ct 5, 4).