En Cesarea de Filipo, en las cercanías donde se rendía culto al mítico dios Pan, Jesús pregunta a sus discípulos qué dicen las gentes quién es Él y, directamente, qué dicen ellos mismos (ver Mt 16,13ss.). Según la respuesta que demos, encontrará cada uno la certera respuesta al interrogante metafísico sobre «quién soy yo». Óptimo proceder que le hará disertar a Luciano García Matas sobre Cristo como verdad original del hombre, para adentrarnos así en una antropología cristiana de profundo raigambre teológico y pura cepa divina. Así ha querido plasmarlo en el subtítulo del libro, con sobrado acierto: Hijo de Dios y verdad original del hombre. El subtítulo nos remite sin querer a la mítica prueba de la libertad del paraíso (Gén 2) y a la negativa del hombre a la filiación y a la semejanza divina (pecado original), un drama que es tan universal como misterio impenetrable. En este misterio quiere ahondar una vez más el autor. En su primer libro, Mito y Verdad del pecado original, ya lo hizo desde un punto de vista filosófico religioso y, en su segundo, Historia de un exilio temporal, desde un punto de vista histórico. Ahora quiere hacerlo a través de la figura de «Jesús-Cristo»: ¿por qué el «sin pecado» decide ponerse a la cola como un pecador más para ser bautizado por Juan?; ¿por qué el justo crucificado es el espejo que Dios ofrece al hombre para que vea su naturaleza caída y su incapacidad para amar?; ¿por qué la muerte de Jesús es el gesto supremo que nos revela el amor reconciliador de Dios hacia los hombres? Toda esta temática a la que nos remite el capítulo tercero del libro de Luciano nos entronca, a la vez, con la economía de la salvación, en donde el modelo de hombre a seguir es Cristo (ver Rom 5,12-21, en concreto el v. 14), el nuevo Adán superior al primero: «el Primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas… Él es anterior a todo y todo se mantiene en él» (Col 1,15-17). - See more at: http://www.buenanueva.es/tienda/producto/jesus-cristo/#sthash.RzstiLAw.dpuf