Los laicos cristianos tenemos el derecho y el deber de participar individual o de forma asociada en la vida pública. Nuestra presencia hace oír la voz de la Iglesia en la sociedad civil.
Los laicos cristianos tenemos el derecho y el deber de participar individual o de forma asociada en la vida pública. Nuestra presencia hace oír la voz de la Iglesia en la sociedad civil.