En este libro se recorre un espacio temporal muy corto. Y es que de un domingo al siguiente apenas unos días marcan el devenir de ls personas concretas aunque, en este caso, se trate del de la humanidad toda. En realidad, lo que pasó entre aquel domingo de Ramos en el que Jesucristo, Hijo de Dios consciente de serlo, entró en jerusalen y aquel otro, el de Resurrección, en el que volvió de los infiernos para mostrar y demostrar que todo lo que había dicho era cierto, fueron unos días decisivos para todo ser humano. Es más, gracias a aquello que entonces pasó cada uno de nosotros hemos ganado la vida eterna... caso de quererla, claro está. De Ramos a Resurreción va, por tanto, lo mismo que va de la gloria a la inmortalidad bienventurada del alma. Y es que todo ocurrió en una semana de sangre y luz.