Se nos enseña que Dios sólo da a comer su cuerpo y a beber su sangre bajo las apariencias de la eucaristía. ¿Por qué pretender que nos entregue de un modo menos oculto, aunque sólo sea una ínfima parcela de su creación? Mientras los hombres se agitan en las visiones del sueño, sólo Dios es capaz de actuar, hace realmente algo. Escribe su propia revelación en las apariencias de los acontecimientos de este mundo y por ello eso que denominamos historia es tan perfectamente incomprensible. "En las tinieblas"