Nuestro lector tiene frente a sí, un interesante ensayo que versa sobre uno de los misterios que mayor asombro y admiración ha suscitado a lo largo de los siglos en el ser humano: la luz. En él se evidencia que quien está detrás de toda esta obra prodigiosa ‒que es toda la creación‒ es un ser personal, Dios Padre y Creador. Quien por puro amor hacia nosotros, ha manifestado su sello de autor, su impronta de artista; y, a través de ella, nos seduce y nos atrae hacia Él, a su encuentro, como un enamorado que se declara a su amada, esperando ser correspondido en esa relación profunda e íntima de amor.