El autor predica la alegría que brota del amor, de la generosidad, de la esperanza, del bien, de la fe... Incluso da pautas para convertir los sufrimientos en alegría y presenta testigos de esta virtud. Este libro nos invita a reflexionar y a vivir cada momento con benignidad, con comprensión y con compasión. Esta obra está henchida de esperanza cristiana; nada está perdido, ni los días son un desastre sino que son vaivenes de la vida que nos advierten