La Autora responde a una serie de preguntas -que le han sido formuladas en distintas ocasiones- sobre el sentido del sufrimiento, el dolor y la muerte. Sus respuestas son de una validez universal. Expresadas de forma sencilla y clara, van dirigidas a todo aquel -hombre o mujer- que se siente llamado al amor y a la santidad, es decir, a la unión con Dios y con los hermanos.